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Más Abrazos // Miércoles 20 Mayo, 2020 // #salud, #embarazo, #maternidad
Ya elegiste al doctor, ya elegiste el hospital, ¿qué falta? ¡El pediatra!, pues éste juega un papel fundamental en el desarrollo de tu hij@ una vez que ya esté contigo. Puede parecer muy pronto, pero planear tu selección con tiempo, te asegurará encontrar al médico ideal que te apoyará en el cuidado de tu bebé durante varios años, por lo menos hasta la adolescencia.
Empecemos hablando sobre el mejor momento de iniciar este proceso. Lo aconsejable es comenzar a ver opciones unos tres meses antes de la fecha de parto. Puedes pedirle a tu médico que te dé sus recomendaciones y también preguntarle a tus familiares y amigos Así podrás tener una lista de opciones, que será el primer paso.
Una vez que tengas una lista de posibles candidatos, es momento de conocerlos y entrevistarlos. Para esto, no está de más contar con una guía de preguntas que te será de mucha ayuda:
Estas preguntas te ayudarán a tener un panorama general de los posibles pediatras de tu pequeñ@, sin embargo, hay ciertos requisitos que el médico que acompañe a tu hijo debe cumplir y entre ellos están:
La manera que tienen los pediatras de acercarse a los niños es básica. Muchas veces se establece un vínculo de confianza entre ellos, otras no.
Un médico que sale de fin de semana a un lugar cerca de la ciudad, sabe que no puede apagar su teléfono móvil, para poder estar localizable si lo requieren en el momento que sea.
Es importante que conozcas en qué otros lugares trabaja. Los doctores son gente muy ocupada que dan consultas en varios sitios, tienen turno en hospitales y luego salen a tomar cursos de actualización que los obliga a permanecer unos días fuera de la ciudad.
Otra cosa que no debes pasar por alto es saber si el doctor te atenderá personalmente siempre, o pondrá a uno de sus asistentes o médicos residentes a que tome la llamada e incluso en su ausencia, pueda elaborar un diagnóstico del paciente.
Será una tarifa que irá incrementando a lo largo de los años y tendrás que ver si está en la medida de tus posibilidades.
Tener en cuenta que sí acudir al consultorio significa que debes cruzar toda la ciudad y llegarás en dos horas, no es un médico para ti.
Debe de haber una buena comunicación entre los padres y el pediatra. La comunicación necesita fluir para conocer antecedentes y ver cuál será mejor ruta para el bebé. Se requiere de confianza, de libertad para poder decir lo que sea sin sentir que el doctor juzgará a mal lo que ha escuchado.
El doctor mostrará que cuenta con la experiencia necesaria para poder atender a tu hijo, en el caso de que se requiera una atención especializada podrá recomendarte con médicos que él conoce.
Una vez que decides que esa persona será tu pediatra, decidirán juntos cuál será la mejor forma de vacunar a tu bebé. Él te dirá los puntos a favor y en contra para que analices la situación de forma óptima.
Tu pediatra deberá monitorear la alimentación de tu bebé para poder detectar y tratar cualquier alergia que pueda surgir.
La limpieza funge como requisito indispensable en este terreno así como una serie de juguetes y objetos que llamarán la atención de tu hijo para que se entretenga mientras espera su turno. Conviene ubicar dónde está el baño y si tiene un espacio para cambiarle el pañal a tu pequeñ@.
Verifica sus horarios de atención, es muy importante saber cuáles son sus políticas sobre esto, ya que puedes requerir de su ayuda en cualquier momento.
Tu proceso de selección debe considerar todos estos puntos, y con ellos hacer un check list con cada uno de los candidatos. De esta manera, te será mucho más fácil elegir al indicado. Recuerda que no es una decisión que debas tomar a la ligera, pues el pediatra es el médico al que recurrirás con cualquier duda, pregunta o preocupación de la salud de tu pequeño y quieres que se interese por tu bebé como lo haces tú.
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