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Más Abrazos // Miércoles 20 Mayo, 2020 // #bienestar, #bebe, #familia
Cuando un bebé llega a la familia, nace en nosotros un deseo de proporcionarle un espacio acogedor y agradable que le brinde la seguridad y comodidad que se merece, por lo cual la habitación que se destine a este fin debe cumplir ciertas características para satisfacer sus necesidades, tanto en sus primeros meses de vida como en los futuros años.
Con esto en mente, te compartimos las respuestas a las preguntas que te surgirán en el momento en el que comiences a planear cómo será el cuarto de tu bebé.
Asegúrate de que esté ubicada lo más cerca posible de tu habitación. El cuarto debe recibir luz natural, buena ventilación y ser lo más silencioso posible. Si es posible, que sea amplio sin perder la intimidad y que no sea ni muy fría ni muy calurosa.
Una vez que tienes elegido el cuarto, deberás pensar en la decoración, ya que ésta será la base para planear el resto de la habitación.
Primero hay que decidir el color; son preferibles los colores neutros que transmitan serenidad como el beige, el habano, el verde claro, o si lo prefieres y sabes el género de tu bebé, optar por el típico rosa o azul, pero en tonos suaves. Evita colores muy oscuros o vibrantes (negro, rojo, naranja, marrón, etc.) estos además de hacer que se vea más pequeño el cuarto, pueden alterar a tu bebé.
Es muy importante tener en cuenta el tipo de pintura. Son preferibles las pinturas base agua, que no sean tóxicas y se puedan lavar. Si quieres usar papel tapiz, procura que sea lavable. De igual forma puedes emplear vinilos, lo cual es buena opción ya que se pueden cambiar muy fácilmente.
Si el cuarto no es demasiado grande, bastará con una luz cenital y una luz indirecta. Las cortinas deberán dejar pasar la luz natural, por lo que te recomendamos que sean translúcidas y ligeras en tonos claros; así como de algodón o fibras naturales para prevenir alergias. Ten cuidado con la instalación eléctrica, fijando a la pared u ocultando cualquier cable que pueda estar al alcance de tu pequeñ@.
Para elegir qué piso ponerle a su cuarto, siempre ten en mente la seguridad y la limpieza, ya que éste será el lugar donde tu bebé gateará y pasará gran parte de su tiempo jugando. Es importante que elijas un material resistente y duradero.
El suelo de linoleum es una gran recomendación, pues está fabricado a base de materias primas naturales, a prueba de fuego y tiene propiedades antiestáticas y bacteriostáticas permanentes.
No sobrecargues la habitación con muebles que crees que necesitas o porque creas que así se ve más bonita o completa, recuerda que las necesidades de tu pequeñit@ se irán modificando con el paso del tiempo. Ese cambiador que será muy útil durante sus primeros meses, podría convertirse en un mueble para guardar juguetes después.
En lo personal, te recomendamos los muebles convertibles, ya que, al cumplir varias funciones, podrán irse adaptando al crecimiento de tu bebé, y lo mejor, es que te harán ahorrar mucho dinero.
En cuanto a los materiales de estos muebles, siempre opta por los hechos con maderas macizas y acabados naturales, así evitarás los aglomerados y barnices.
Estos son sólo consejos básicos, tu toque personal y el de tu pareja será lo que haga que la habitación de tu bebé sea la mejor de todas. Ahora manos a la obra, que ese cuarto no va a estar listo por sí solo.
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