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Más Abrazos // Miércoles 20 Mayo, 2020 // #embarazo, #alimentacion, #bienestar, #salud
La nutrición en el embarazo requiere de diferentes vitaminas para mantenerse nutrida y alimentar correctamente a tu bebé.
Entre ellas, la proteína será parte de tu dieta. Podés encontrarla en distintos alimentos y en algunos suplementos. Por ello, es importante saber cómo consumirla de la mejor manera para tu salud y la de tu bebé.
Se sabe que la falta de proteínas en el embarazo tiene como consecuencia tener bebés más pequeños. Sin embargo, también se ha observado que dietas altas en proteínas pueden tener consecuencias en el peso del recién nacido.
Entonces, ¿qué debes hacer con respecto a tu alimentación en el embarazo? No te preocupes, que en la siguiente guía sobre dieta para embarazadas, te contaremos acerca de cuánta proteína debes consumir, qué otras vitaminas son esenciales para vos y tu nené y cuáles son los alimentos prohibidos en el embarazo.
En cuanto a las recomendaciones de cuánta proteína debes consumir en tu embarazo, los requerimientos diarios varían de mujer a mujer.
El rango va de unos 45 a 70 g al día aproximadamente. Sin embargo, no tienes que consumir la cantidad recomendada, ya que el objetivo es que el promedio diario a lo largo de varios días o de una semana sea el equivalente al aconsejado.
La fuente de las proteínas es igual de importante, ya que como lo mencionamos al inicio, existen distintas opciones.
Parte de la nutrición en el embarazo es obtener proteínas de distintas fuentes como de origen animal y vegetal.
Con respecto a las proteínas en polvo, que usan comúnmente las personas que hacen ejercicio, aún no hay mucha investigación. Algunos no recomiendan el consumo de este tipo de proteína si estás embarazada. No obstante, la proteína en polvo está hecha de suero de leche, que es un producto natural que también se encuentra en los quesos y otros lácteos.
Sobre la proteína en polvo, te recomendamos consultar a tu médico para que te aconseje si es bueno continuar consumiéndola o dejarla descansar por un tiempo mientras estás embarazada.
A menos que tu doctor indique lo contrario, siempre es mejor obtener proteína en tu alimentación diaria, por lo que te compartimos una lista de alimentos vegetales y animales que contienen este nutriente vital para ti y tu pequeñ@ que viene en camino.
Calculá que 3 onzas (85 gramos) de carne o pescado equivalen a una porción del tamaño de una baraja o mazo de cartas.
Recordá que el consumo de proteína en el embarazo debe estar supervisado por tu doctor. Él será el que mejor te guíe con respecto a las cantidades exactas que necesitas y a la fuente más recomendable de acuerdo con las características de tu embarazo. Así que no dudes en consultar cuál es la mejor dieta para embarazadas si la duda surge.
El calcio para embarazadas es una parte importantísima para la nutrición en el embarazo.
Llevar un estilo de vida saludable siempre es una buena decisión y en esta etapa lo es aún más. La clave está en cuidar cada detalle de tu alimentación e incrementar el consumo de algunos nutrientes para que tu pequeñín termine de desarrollarse con normalidad.
Sin duda, el calcio será uno de los nutrientes estrella durante tu embarazo, ya que ayudará al desarrollo de los huesos, dientes, corazón, nervios y músculos de tu bebé. Además, reducirá el riesgo a padecer hipertensión y te ayudará a mantener una coagulación normal.
Seguramente al leer calcio pensaste en leche y otros productos lácteos. Sin embargo, existen otros alimentos con igual o mayor aporte de este nutriente. A continuación te compartimos una lista con algunos alimentos que son ricos en este mineral.
Asegúrate de que el total de calcio que consumas no sobrepase los 2,500 mg diarios, ya que el exceso de este puede provocar estreñimiento e incrementar el riesgo a desarrollar cálculos renales y afectar tu capacidad de absorción de otros nutrientes como el hierro y el zinc.
Sin embargo, mantener una ingesta de calcio adecuada durante tu embarazo no será suficiente para favorecer el desarrollo de tu bebé.
Hay otros nutrientes que son igual de importantes, como el ácido fólico y el hierro, los cuales serán indispensables en tu dieta diaria para ayudar a la formación del sistema nervioso central y la columna de tu pequeñ@.
Algunos médicos recomiendan incluir multivitamínicos prenatales en tu dieta para embarazada. Si no estás segura de querer hacerlo, solo cuida muchísimo tu alimentación y comenta con tu doctor cualquier cambio o malestar que notes.
No te olvides de seguir consumiendo calcio aún cuando hayas dejado atrás la etapa de lactancia, ya que necesitarás el consumo de este mineral para prevenir la osteoporosis.
El peso en el embarazo está relacionado con distintos factores que debes consultar con tu médico.
Para que tengas una idea, se recomienda que:
El último mes la ganancia de peso en el embarazo puede parecer mucho, pero recuerda que tu bebé está adquiriendo grasa que se acumula debajo de su piel y músculo que lo ayudarán durante sus primeros meses de vida.
Si te fijas en los ultrasonidos de hace unos meses y los comparas con los que te tomarán al final del embarazo, notarás una gran diferencia en su peso.
Lo ideal en el embarazo es aumentar un total de entre 9 y 15 kilos de peso en los nueve meses de gestación cuando se comienza con un peso normal.
Este trimestre tu alimentación no debería de variar tanto con respecto al segundo trimestre, solo que ahora tendrás síntomas que pueden reducir tu apetito y traducirse en menor peso, por lo que es súper importante mantenerte en contacto constante con tu médico.
Si estás esperando dos o más bebés, es importante que te ocupes especialmente de tu alimentación y nutrición durante el embarazo.
Durante un embarazo múltiple, es necesario y recomendable un mayor aumento de peso que en los embarazos de un solo bebé. Por eso, debes recurrir a tu médico para hablar de qué comidas para embarazadas son las más saludables y qué dieta debes seguir.
El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (American College of Obstetricians and Gynecologists) recomienda un aumento de entre 14 y 22 kilos en un embarazo de mellizos.
Para las mamás de trillizos, se recomienda un aumento de peso de entre 22 y 27 kilos.
Recordá que esto dependerá del peso de cada mujer y, en este sentido, tu médico tiene la última palabra sobre tu nutrición.
Necesitas ingerir más calorías, proteínas y otros nutrientes y es recomendable que incrementes tu consumo de calorías.
Algunos médicos aconsejan que la embarazada de mellizos consuma 300 calorías diarias extra respecto de una embarazada que espera un solo bebé.
El control de tu peso en el embarazo es fundamental. Si aumenta demasiado puede indicar retención de líquido y si aumenta poco o nada, puede ser una señal de la posibilidad de que tus bebés no estén creciendo lo suficiente.
Algunos estudios concluyen que el aumento de peso adecuado de la mamá en la primera etapa del embarazo contribuye al desarrollo de la placenta y favorece la llegada de los nutrientes a los bebés.
Los embarazos múltiples, además, son más cortos que los de un solo bebé, y por esta razón es muy importante el correcto aumento de peso desde el comienzo.
Además, es importante que tomes la cantidad de líquido necesaria. El riesgo de parto prematuro aumenta cuando la futura mamá está deshidratada.
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Es posible que durante la última etapa de tu embarazo pierdas el apetito. Esto se debe a que tu bebé está presionando tu estómago a medida que crece, lo que dificulta la ingestión de comida.
Igualmente, uno de los efectos de la progesterona es que relaja la abertura entre tu estómago y el esófago, provocando acidez y ardor. Todo esto, puede resultar en una pérdida de peso.
Antes de preocuparte por tu alimentación durante el embarazo o incluir alimentos poco recomendables en tu dieta , lo mejor es consultar a tu doctor para que te recete algún tratamiento contra la acidez.
De esta manera podrás normalizar tu dieta y no continuar perdiendo peso, ya que si continúas viendo menos kilos en la báscula, tu bebé podría verse afectado.
Tu alimentación debe mantenerse saludable en el segundo trimestre del embarazo: las proteínas, los carbohidratos y los alimentos ricos en calcio seguirán siendo imprescindibles en tu dieta, así como mantenerte muy bien hidratada.
Otro punto importante es la ansiedad que puede provocar el bajar de peso, pues te hará sentir que debes comer más.
Sobre esto, ten presente que lo mejor es mantener una alimentación saludable en el embarazo y no comer en exceso, sino racionar tus alimentos. Así evitarás alteraciones en la glicemia, tendrás más energía y disminuirán los síntomas relacionados con la acidez gástrica y el reflujo.
Incluso si nunca has dado mucha importancia a tu dieta, quedar embarazada probablemente provocará algunos cambios ya que todo lo que comas y bebas llegará a tu bebé.
El crecimiento, desarrollo e interacciones que tu bebé tenga dentro de ti puede depender de la comida que hayas ingerido.
Por tanto, vale la pena pensar en una dieta para embarazadas adecuada e invertir algo de energía en tomar decisiones sensatas sobre lo que comes. No lo hagas sólo por ahora, sino también en el futuro.
La alimentación en el embarazo comienza desde la preconcepción. Si vos querés tener un bebé, es muy importante que vos y tu pareja mantengan una alimentación y nutrición adecuada para aumentar las probabilidades de fertilización.
A continuación, les damos algunos tips que deben seguir para mejorar su alimentación.
La cafeína y el alcohol pueden ser tóxicos para el desarrollo de los espermatozoides, así que motiva a tu pareja a minimizar su ingesta. Si alguno de ustedes es fumador sería benéfico que dejaran de hacerlo.
Los fumadores masculinos producen menos esperma por eyaculación que los no fumadores. Por otro lado, las mujeres fumadoras pueden tener problemas con la ovulación y sus ciclos menstruales.
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Controlá la ingesta de vitamina C y asegúrate de estar consumiendo muchos cítricos, bayas, kiwis y jugos frescos.
Vigila tu peso. Tener sobrepeso u obesidad afecta la fertilidad y contribuye al desequilibrio hormonal. En ese sentido, las mujeres que son demasiado gordas o demasiado flacas pueden tener ciclos menstruales anormales.
Tanto vos como tu pareja deben comer muchas frutas y verduras frescas. Una dieta saludable, que se ajuste a los requerimientos nutricionales, incluye: carne roja y blanca, pescados y mariscos, leche y productos lácteos, pan y cereales.
Aumenta el consumo de calcio a través de leche y productos lácteos, también tus niveles de ácido fólico mediante verduras de hoja verde y aumenta el consumo de omega 3 con pescados grasos.
Comenzá a tomar suplementos de ácido fólico hasta 3 meses antes de concebir para evitar que tu bebé pueda desarrollar defectos neurológicos. Se recomienda un suplemento de 500 microgramos/día.
Incluso si tienes una dieta alta en ácido fólico, es difícil asegurar que estés ingiriendo lo suficiente para obtener los beneficios.
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La alimentación saludable en el embarazo es crucial tanto para vos como para tu bebé. Estos son los beneficios de mantener una dieta sana durante todo el embarazo.
Todos tenemos una relación con los alimentos que puede ser funcional o poco saludable.
Las personas que ven la comida como un amigo o incluso una gran fuente de confort tienden a presentar problemas de peso.
En el caso del embarazo, puede ser un momento en el que se vuelve difícil obviar los problemas de alimentación sin resolver por lo que tienden a sobresalir.
Si estos no se abordan correctamente, los trastornos alimenticios pueden permanecer durante muchos años junto con la posibilidad de que los bebés los hereden, en particular de sus madres.
Si has experimentado problemas con la alimentación y la comida en el pasado, busca el consejo de un nutricionista al inicio de tu embarazo.
Necesitarás coraje para hacerlo, pero el primer paso hacia cualquier mejora es reconocer que se tiene un problema y luego hacer algo al respecto.
Saber que tu bebé dependerá de ti para proporcionarle la nutrición necesaria para crecer y prosperar es razón suficiente para que muchos padres busquen ayuda.
La alimentación durante el embarazo requiere que seas más cuidadosa con lo que comes.
Es importante saber qué alimentos son seguros y cuáles debes evitar. Algunos alimentos contienen toxinas que pueden conducir a defectos en tu bebé, mientras que otros contienen bacterias transmitidas que podrían debilitar tu sistema inmunológico y causar daños al feto.
Asegúrate de que la mayoría de los alimentos que comas estén cocinados y al elegir una receta sé selectiva sobre lo que comes para proteger a tu bebé contra bacterias dañinas y daños durante el desarrollo.
Hay muchos alimentos que debes evitar cuando estés embarazada. La mayoría de los médicos aconsejan a las mujeres embarazadas que se olviden de ciertos pescados, carnes crudas, huevos crudos, quesos madurados, brotes, paté, verduras sin lavar y otros alimentos.
A continuación, te contamos qué alimentos se deben evitar en las comidas para embarazadas.
Algunos pescados como el tiburón, el marlín, el atún rojo, el naranja y el pez espada contienen altas cantidades de mercurio que se acumulan en su tejido adiposo.
Las mujeres embarazadas deben evitar comer grandes cantidades y así evitar daños neurológicos en tu bebé.
Tu bebé en crecimiento tiene un sistema nervioso sensible y aunque no es claro cuánto marisco tendrías que comer para experimentar efectos perjudiciales, es mejor evitarlos.
Otros alimentos crudos que las mujeres embarazadas deben evitar en conjunto son las ostras y el sushi.
Tal vez comer huevos crudos nunca pasó por tu mente, pero algunos alimentos los tienen y pueden ser una fuente de salmonella.
Los alimentos que contienen huevo crudo incluyen la mayonesa, las ensaladas César, el ponche de huevo, crema holandesa y ciertos batidores como los usados en la masa de galletas.
Para reducir el riesgo de salmonella, recuerda cocinar los huevos antes de comerlos en cualquier comida.
El pollo crudo se debe evitar en todo momento, pero más durante el embarazo.
Comer o entrar en contacto con superficies que han tenido pollo crudo puede transmitir salmonella,. Incluso el pollo de la noche anterior debe ser calentado o cocido de nuevo para destruir cualquier rastro de ésta.
Retira los quesos maduros y añejos de tu alimentación durante el embarazo.
Estos incluyen el queso azul, el queso feta, el brie, el camembert, la cabaña, el ricotta, los quesos blancos madurados latinoamericanos y cualquier leche no pasteurizada o alimentos lácteos sin pasteurizar, ya que pueden contener la bacteria Listeria.
Esta bacteria es perjudicial para tu bebé y debe ser evitada. Mientras que los adultos con Listeria muy a menudo no muestran ningún síntoma, esta puede causar complicaciones potencialmente mortales para el feto o el recién nacido.
Se sabe que la listeriosis desencadena en abortos espontáneos, nacimientos prematuros y envenenamiento de la sangre.
Por eso, es mejor evitar este tipo de alimento en las comidas para embarazadas y consumir solo después del nacimiento.
Al comprar frutas y verduras asegúrate de lavarlas para retirar pesticidas y bacterias dañinas.
Las verduras sin lavar tienen el potencial de transmitir toxoplasmosis, un parásito que contamina el suelo. También debes evitar por completo cualquier fruta y/o verdura mohosa.
Muchos alimentos están llenos de aditivos y conservantes por lo que se recomienda seleccionar cuidadosamente los alimentos envasados.
Los aditivos que se deben evitar son MSG (glutamato monosódico) que podría causar molestias en el estómago y dolores de cabeza.
También deben evitarse los colorantes artificiales, especialmente el azul 1, azul 2, verde 3, rojo 3 y amarillo 6 y sacarina.
Aparte de los alimentos mencionados anteriormente, las mujeres deben evitar brotes crudos, ya que han dado lugar a algunos incidentes de brotes de salmonella.
Helados de máquina y una gran cantidad de embutidos pueden contener Listeria por lo que es importante evitarlos y si es posible, reducir al mínimo el contacto con estas bacterias.
Otro alimento a evitar durante el embarazo y la lactancia es el maní ya que esto puede aumentar la posibilidad de desarrollar alergias. Los cacahuetes tienen un tipo de moho llamado aflatoxina que podría ser potencialmente peligroso para tu bebé.
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Los alimentos a evitar cuando estás embarazada son en realidad bastantes, por lo que es muy importante que mantengas en tu cabeza una lista de aquellos que debes evitar para asegurar el desarrollo saludable de tu barrigoncito.
Como has podido ver, ciertas vitaminas y nutrientes como la proteína, el calcio y el ácido fólico son esenciales para mantener una buena nutrición en el embarazo.
Por otro lado, es importante mantener una dieta saludable y mantener tu peso controlado. Por tanto, comer sano es la principal prioridad y no hacer dieta para minimizar el aumento de peso.
Otra cosa que debes recordar es que si vas a comer fuera, asegúrate de que la comida que te sirven esté caliente, no tibia ni fría. También trata de evitar demasiada comida rápida, ya que suele ser alta en azúcares y grasas saturadas.
Limita la ingesta de cafeína y renuncia al alcohol, ya que no hay un nivel seguro para el consumo de éste durante el embarazo.
El consumo de alcohol durante el embarazo se ha asociado con un bajo coeficiente intelectual en los bebés, bajo peso al nacer y malformaciones. Asimismo, el alcohol también detiene la absorción de ácido fólico y hierro y reduce el calcio en los huesos.
Finalmente, la regla número uno para recordar es: comer sólo cuando tenés hambre. Trata de no preocuparte por tu apetito cambiante, basta con tener en cuenta los alimentos anteriores a evitar y tratar de aumentar de peso a la tasa recomendada por tu médico.
Aprovechemos este espacio para adelantar algunos datos que te servirán mucho para mejorar y controlar la alimentación de tu bebé una vez des a luz.
Es normal que un niño entre 1 y 5 años coma generalmente 3 comidas principales y 2 meriendas al día, aunque algunos niños pueden comer más veces en porciones más pequeñas, lo que también es normal.
Tu pediatra es la persona más indicada para asesorarte en cuanto a los requerimientos nutricionales de tu hijo. Siempre que tengas dudas o requieres más información, acude a él.
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Debes evitar alimentos crudos o poco cocidos como sushi, carnes o huevos, además de quesos blandos no pasteurizados y pescados con alto contenido de mercurio, como el pez espada o el tiburón. También es importante evitar el alcohol y limitar el consumo de cafeína.
Sí, pero elige pescados bajos en mercurio como salmón, sardinas o trucha. Estos son ricos en ácidos grasos omega-3, esenciales para el desarrollo cerebral y visual del bebé. Consume entre 1 y 2 porciones a la semana.
En general, durante el primer trimestre no necesitas calorías adicionales. En el segundo trimestre, unas 340 calorías más al día suelen ser suficientes, y en el tercer trimestre, alrededor de 450 calorías adicionales.
Sí, siempre y cuando los antojos sean de alimentos seguros y saludables. Si los antojos incluyen alimentos poco nutritivos, trata de consumirlos con moderación y busca opciones más saludables para satisfacerlos.
Los nutrientes clave incluyen ácido fólico, hierro, calcio, vitamina D, yodo y omega-3. Estos ayudan en el desarrollo del bebé, fortalecen tus huesos y mejoran la formación de tejidos y órganos del feto.
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