Vacunas: Reacciones locales y tratamientos
Vacunas: Reacciones locales y tratamientos
Ocasionalmente, pueden ocurrir reacciones locales a las vacunas que son generalmente suaves y fáciles de tratar. Hemos identificado algunas maneras como puedes ayudarle a tu hijo a manejarlas.
En raras ocasiones, ocurre una reacción más severa, sin embargo, si en algún momento te preocupa la reacción de tu hijo a una vacuna o su estado general de salud, comunícate de inmediato con tu médico o enfermera.
Reacciones locales adversas por vacunación:
Hepatitis B: Tensión en el lugar de la inyección, fiebre leve, náuseas, dolor muscular o articular. Paracetamol (si es necesario), un paño húmedo y fresco aplicado al lugar de la inyección, aumento de líquidos.
DPT: Fiebre leve: enrojecimiento, dolor e hinchazón en el lugar de la inyección Paracetamol (si es necesario), un paño húmedo y fresco aplicado al lugar de la inyección, aumento de líquidos.
Hib: Hinchazón, enrojecimiento y dolor en el lugar de la inyección, fiebre leve. Paracetamol (si es necesario), un paño húmedo y fresco aplicado al lugar de la inyección, aumento de líquidos.
Polio (OPV): Dolor de cabeza, dolores musculares, diarrea moderada. Paracetamol (si es necesario), aumento de líquidos.
MMR: La reacción ocurre entre 7 y 12 días después de la inmunización. Generalmente malestar general, fiebre leve, erupción leve, glándulas hinchadas Paracetamol (si es necesario), un paño húmedo y fresco aplicado al lugar de la inyección, aumento de líquidos.
Meningococo C: Dolor, enrojecimiento e hinchazón en el lugar de la inyección, fiebre, irritabilidad, falta de apetito y dolores de cabeza. Paracetamol (si es necesario), un paño húmedo y fresco aplicado al lugar de la inyección, aumento de líquidos.
Varicela: Dolor localizado, enrojecimiento o hinchazón, fiebre, erupción leve 10 a 21 días después de la vacuna Paño fresco y húmedo aplicado al lugar de la inyección. Paracetamol (si es necesario) si se produce una reacción retardada. aumento de líquidos.
IPV: Fiebre, llanto, pérdida del apetito, dolor, enrojecimiento e hinchazón en el lugar de la inyección. Paracetamol (si es necesario), un paño húmedo y fresco aplicado al lugar de la inyección, aumento de líquidos.
Neumococo: Dolor, enrojecimiento o hinchazón localizada, fiebre leve, estado somnoliento o irritable. Paracetamol (si es necesario), un paño húmedo y fresco aplicado al lugar de la inyección, aumento de líquidos.
Una piel de bebé
La piel de tu bebé es suave por naturaleza y, para mantenerla así, te damos algunos consejos sobre cómo cuidarla. ¡A tomar nota!
Durante su primer año de vida, la piel de tu bebé es propensa a irritarse con facilidad: puede escamarse, pelarse en algunos lugares o formar pequeñas erupciones. Por lo general estas reacciones son inofensivas, tienen que ver con el acoplamiento del metabolismo y desaparecen cuando se regula el equilibrio del organismo.
Al bañarlo, asegúrate de que el agua no esté muy caliente, y utiliza jabones neutros sin perfume. Es muy importante que luego seques bien toda su piel con una toalla suave de algodón. Lava su cabello con un champú hipoalergénico, preferentemente al comienzo del baño. Evita que tu bebé esté en el agua por un período superior a los 20 minutos, porque se cansan.
Si tu bebé tiene una tendencia hacia la piel seca, consulta con tu pediatra la conveniencia de aplicarle una crema humectante. La piel seca provoca comezón, y si tu bebé se rasca puede provocarse infecciones. En estos casos además de una buena crema humectante se recomienda bañar al bebé con un jabón de avena.
La zona del pañal merece especiales cuidados, ya que el exceso de humedad y el contacto con la orina y deposiciones puede irritar la piel de tu bebé y derivar en una dermatitis del pañal. El cambiado frecuente del pañal es la forma más sencilla de evitar este riesgo.
La piel de tu bebé puede reaccionar frente a cambios de clima extremos. En días de calor, pueden salirle puntitos rojos que son inocuos y no necesitan tratamiento especial. Los días de frío, sin embargo, es recomendable proteger la cara de tu bebé con crema, re cuerda siempre consultar con tu pediatra.
La mayoría de pediatras y dermatólogos no recomiendan exponer la piel de tu bebé a los rayos del sol antes de los 6 meses. Después de los 6 meses no te olvides de la importancia del protector solar, es una forma fácil de evitar complicaciones.