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Más Abrazos // Martes 25 Mayo, 2021 // #incontinencia urinaria, #enuresis, #consejos
La hora de ir a dormir puede ser particularmente frustrante para padres e hijos.
Para los padres, existe la posibilidad de realizar, finalmente, tareas importantes después de que el niño se acuesta, por lo mismo, quieres que sea un proceso fácil y razonablemente breve. Para el niño, la hora de dormir no es una oportunidad; es el final de cualquier actividad divertida que estuviera realizando o que podría continuar si pudiera quedarse despierto solo un poco más.
Para todos nosotros, la hora de ir a dormir puede representar un cambio de rumbo difícil en medio de otras actividades nocturnas. La interrupción y el agotamiento son componentes de la frustración. La forma de solucionar esto es ofrecer algo a la hora de ir a dormir que sea más que solo el fin de una divertida tarde de juego.
Cada rutina para dormir debe tener un momento tranquilo. Para los niños más pequeños, es el tiempo que se pasa con mamá o papá leyendo un libro, tomando un baño o, tal vez, cantando. Para el niño en edad escolar, significa dejar de realizar juegos activos, ver videos y hacer la tarea escolar. Este es un período de transición entre estar despierto e ir a dormir y una parte importante de los buenos hábitos de sueño. Y no es el libro lo que los hace dormir. Para los niños más pequeños, es el sonido de tu voz y el hecho de que estás allí con ellos dispuesto a estar todo ese tiempo sin contestar el teléfono. Para los niños mayores, es la voz de la historia, que les permite centrarse en las aventuras que vienen.
Recuérdale a tu hijo las rutinas nocturnas que señalan la “hora de irse a la cama” y disipa algunas de las frustraciones con varios recordatorios sobre el inminente cambio de ritmo y la transición a la hora de dormir. No lo sorprendas con el anuncio de que llegó la hora de ir a dormir. Recuérdale 30, 15, 5 y 2 minutos antes. Los niños mayores necesitan más avisos, así que debes recordarles una hora antes.
Las rutinas para dormir pueden ser tan eficaces que los niños las esperan con ansias y piensan con gusto en qué libro o capítulo leerán esta noche.
Pero la parte fundamental es el hecho de que es una rutina, realizada de la misma forma todas las noches, incluso los fines de semana y en las vacaciones. Cuando se cambian piezas o éstas faltan, el ritmo de relajación gradual se interrumpe y el niño podría aparecer media hora después para pedir un poco de agua.
Haz que tus expectativas sean sencillas y mantén la rutina simple para que sea fácil de repetir. Las tareas sencillas e invariables reducen la frustración y ayudan a que los padres y los niños lidien con problemas nocturnos, como la Incontinencia urinaria en niños grandes, con perspectiva. Puede que no notes los cambios menores, pero tu hijo sí lo hará. Convierte la hora de ir a dormir en el mejor momento del día y la esperará con ansias.
Información tomada de: https://www.goodnites.com/es-us/
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